La seguridad alimentaria es un aspecto fundamental para la salud pública. No en vano, garantiza que los alimentos consumidos sean seguros y no representen riesgos para las personas. En este artículo, te mostraremos precisamente cuáles son los 5 peligros más comunes en la seguridad alimentaria.
Cada uno de ellos puede provocar enfermedades graves y brotes alimentarios. En este sentido, debemos destacar la importancia de las buenas prácticas de fabricación, conservación y manipulación de los alimentos. También hay que reseñar las regulaciones necesarias para mantener la integridad y la seguridad de los productos que consumimos.
Contaminación biológica
La contaminación biológica de los alimentos se define como la presencia de microorganismos patógenos que pueden causar enfermedades. Una contaminación que puede ocurrir en cualquier etapa de la cadena alimentaria.
Bacterias patógenas en los alimentos
Las bacterias patógenas representan un grave peligro para la seguridad alimentaria. De hecho, pueden causar enfermedades, intoxicaciones e infecciones. Su presencia en alimentos mal manipulados o cocidos subraya la importancia de mantener prácticas de higiene estrictas en la preparación y producción de alimentos.
Virus y parásitos en productos alimenticios
Los virus y parásitos, por su parte, son microorganismos que pueden contaminar los alimentos en cualquier etapa de producción. Las infecciones que producen suelen causar enfermedades graves. Se hace necesario también en este caso implementar medidas estrictas de higiene y de control en la cadena alimentaria.
Contaminación química
Otro de los peligros más comunes en la seguridad alimentaria es la contaminación química. Hablamos aquí de la presencia de sustancias nocivas procedentes de pesticidas, metales pesados, aditivos no autorizados o residuos industriales.
Residuos de pesticidas y herbicidas
Los pesticidas y herbicidas son productos químicos que pueden acumularse en frutas, verduras y granos causando problemas de salud a largo plazo. Además, afectan también a la biodiversidad y contaminan el agua y el suelo.
Presencia de metales pesados en alimentos
Sustancias como el plomo, el mercurio o el cadmio pueden contaminar los cultivos y los productos animales afectando a la salud humana. Si se acumulan en el organismo, estos metales causan daños neurológicos y renales y afectan al desarrollo infantil.
Contaminación física
Cuando hablamos de la contaminación física de los alimentos, aludimos a la presencia de objetos extraños no orgánicos (fragmentos de vidrio, metal, o plásticos).
Fragmentos de metal, vidrio o plástico en alimentos
Los fragmentos de metal, vidrio o plástico pueden causar cortes o asfixia. En este sentido, hay que garantizar los procesos de producción y envasado seguros para prevenir uno de los peligros más comunes de la seguridad alimentaria.
Procedimientos para evitar la contaminación física
Para evitar la contaminación física, hay que inspeccionar y limpiar los ingredientes antes de su uso. Además, se debe utilizar equipo de protección personal y mantener las zonas de trabajo limpias. Finalmente, los utensilios y los equipos han de estar en buen estado y se requiere capacitar al personal en buenas prácticas de higiene.
Malas prácticas de manipulación
La falta de higiene o el almacenamiento y transporte incorrecto son malas prácticas de manipulación que se convierten en peligros comunes de la seguridad alimentaria.
Higiene personal de los manipuladores de alimentos
La falta de prácticas adecuadas en la higiene de los manipuladores de alimentos puede introducir patógenos peligrosos que provocan enfermedades. Los trabajadores deben seguir unas estrictas normas de higiene para prevenir la contaminación y garantizar la seguridad de los consumidores.
Almacenamiento y transporte inadecuado
La falta de control de temperatura y humedad pueden favorecer el crecimiento de bacterias, hongos y otros patógenos. Además, la manipulación incorrecta durante el transporte suele causar contaminación cruzada, por lo que se reduce la vida útil de los productos.
Alergias alimentarias
Las alergias alimentarias son reacciones adversas del sistema inmunológico a ciertos alimentos. Representan un peligro para la seguridad alimentaria, ya que requieren de una gestión estricta de los ingredientes y los procesos de producción.
Identificación y etiquetado de alérgenos
La identificación y el etiquetado de alérgenos asegura que los productos cumplen con las normativas para proteger a los consumidores. Un proceso muy necesario y obligatorio para prevenir riesgos.
Prevención de la contaminación cruzada
Por último, separar los alimentos crudos de los cocidos y utilizar utensilios diferentes reduce el riesgo de contaminación bacteriana. Una higiene adecuada y las prácticas seguras en la cocina protegen la salud pública de todos.