Ante la aparición de una cucaracha, mosquitos o cualquier otro tipo de insecto, es muy probable que hagas uso de un insecticida. Pero, ¿conoces los efectos del insecticida en el ser humano? Mucho se ha hablado sobre este tema, pero creemos que hasta el momento no se han expuesto de forma clara las consecuencias reales de este producto.
Los insecticidas son productos químicos que pueden contaminar el agua y el suelo. Pero, a su vez, la exposición prolongada a un insecticida también suele causar problemas de salud de diversa índole en las personas. En todos los casos, recomendamos siempre que se haga uso de alternativas mucho más seguras y sostenibles.
¿Cuáles son los efectos del insecticida en el ser humano?
Desde irritación en la piel y los ojos a problemas respiratorios, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y toxicidad aguda. Son solo algunas de las consecuencias y efectos que los insecticidas tienen en el ser humano.
Irritación de piel y ojos
Uno de los principales síntomas que puede generar el uso de un insecticida es irritación en la piel o en los ojos. Una reacción que suele variar desde un leve enrojecimiento y picazón a erupciones cutáneas más graves.
Si vas a usar un insecticida, no te olvides de utilizar protección adecuada y seguir en todo momento las instrucciones del fabricante. Recuerda que estás manipulando un producto químico.
Problemas respiratorios
Uno de los posibles efectos del insecticida en el humano tiene que ver con diversos problemas respiratorios. Las sustancias químicas presentes en este producto provocan irritación en las vías respiratorias, así como asma y otros trastornos relacionados.
Procura en todos los casos proteger las vías respiratorias con una mascarilla cuando hagas uso de un insecticida.
Dolor de cabeza y confusión
El carácter tóxico de ciertos compuestos químicos de los insecticidas puede dar lugar a dolor de cabeza o confusión. Son las mismas sustancias anteriormente mencionadas, por lo que también se requiere de protección respiratoria en aquellos casos en los que se haga un uso excesivo del insecticida.
Náuseas y vómitos
Otro de los efectos del insecticida en el ser humano más habituales son las náuseas y los vómitos. Cuando los compuestos químicos de este producto ingresan en tu organismo, alteran el funcionamiento normal del cuerpo.
Tanto es así que pueden irritar el estómago y provocar una náusea o directamente el vómito. De ahí la anterior recomendación de seguir las instrucciones del fabricante a la hora de manipular un producto como este.
Fatiga y debilidad
Los componentes químicos de los insecticidas también pueden afectar a tu sistema nervioso. La acumulación prolongada de estos elementos tóxicos en el organismo intensifica el cansancio y disminuyen tu energía y resistencia.
Si estás usando un insecticida y notas que te sientes cansado o fatigado, ventila la habitación en la que te encuentres para que el aire se renueve.
Alteraciones neurológicas
En los casos más graves, el efecto del insecticida en el ser humano puede dar lugar a alteraciones neurológicas. Estos productos químicos contienen neurotoxinas que afectan a tu sistema nervioso central.
Los síntomas a este respecto son mareos, debilidad muscular, convulsiones, etc. Es muy importante que tomes todas las medidas preventivas posibles en el uso de un insecticida.
Toxicidad aguda
La toxicidad aguda es un riesgo que se da como consecuencia de una exposición prolongada a una sustancia tóxica, especialmente en los casos de desinfección. Los efectos adversos que se producen en tu organismo suelen ser variados.
Si bien es cierto que es una alteración más grave, no suele ser tan habitual como los efectos adversos anteriores.
¿Cómo evitar los efectos del insecticida en el ser humano?
Siempre debes hacer uso de un insecticida tomando todas las medidas de precaución posibles y siguiendo las instrucciones del fabricante. Para ello, puedes emplear equipo de protección (guantes y máscaras) para minimizar la exposición.
El insecticida debe almacenarse en un lugar seguro, alejado de niños y mascotas. Asimismo, hay que ventilar muy bien la zona tratada y lavarse bien las manos tras la exposición. Por otro lado, siempre aconsejamos el uso de alternativas ecológicas y naturales para este tipo de casos.
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